El Mallorca urdió un plan contra el Real Madrid este domingo en Son Moix. Este pasaba por llevar a cabo un partido bronco, con muchas interrupciones, muchas faltas y por lo tanto, poco tiempo efectivo de juego. El principal destinatario de toda esta cacería fue quién sino Vinicius Jr. El jugador brasileño recibió 10 de las 29 faltas que realizaron los de Javier Aguirre durante todo el encuentro, 20 menos que las que hicieron contra el Barcelona en la ida en este mismo estadio en el pasado mes de octubre.
Fueron un total de nueve faltas las que realizaron en todo el encuentro ante los de Xavi Hernández. Una menos de las que recibió Vinicius en todo el partido este domingo. Y es que se vio que el Mallorca tenía un plan marcado, estudiado y bien entrenado. Los baleares afrontaron el encuentro con una motivación quizás extra. Ya sea por la polémica entre Raíllo y Vinicius, ya sea por el simple hecho de ganar al Real Madrid o por cualquier otro motivo, pero la realidad es que este encuentro difiere mucho de cómo lo afrontaron respecto al actual líder de la Liga Santander.
Porque fueron esas, 29 faltas. A casi una cada tres minutos. Primero era Maffeo, luego era Raíllo y cuando estos ya habían acumulado algunas de ellas, era turno de De Galarreta o cualquier otro futbolista que estuviera dentro del terreno de juego. El plan Mallorca pasaba por desesperar a un Vinicius Jr al que se le está crucificando en cualquier estadio que pise. Un don benito que se le ha asignado al joven extremo brasileño y que difícil será de desprenderse de él.
El objetivo era sacar del partido al ’20’ madridista, uno de los jugadores más en forma de la plantilla en la actualidad y que, con la baja de Benzema, su relevancia es aún mayor dentro del equipo. 29 faltas para dejar seco a un Real Madrid que tiene muy complicada esta Liga respecto al Barcelona. Ahora, son ocho son los puntos de diferencia respecto a un Barcelona que cuando pisó este estadio de Son Moix recibió menos de un tercio de las faltas respecto a los blancos.